LAS FALACIAS DEL
DESCONTROL:
UN ANALISIS DEL DISCURSO DEL CONTRALOR
GENERAL DE LA REPÚBLICA
Juan Ureta Guerra
Profesor de Argumentación.
Escuela Iberoamericana de Argumentación y Litigación
1.- DISCURSO POLÍTICO DEMOCRÁTICO Y AUTORITARISMO
El
análisis de la argumentación del discurso político permite desenmascarar el
autoritarismo o la falta de compromiso con valores democráticos[1]. El interés práctico del
análisis del discurso es lograr que el debate o diálogo entre políticos-funcionarios
y ciudadanos llegue a acuerdos y cambios en la dirección esperada por la
ciudadanía y al orden constitucional.
Analizaremos
los argumentos y maniobras argumentativas del contralor Fuad Khoury emitidas en
el reciente encuentro con ciudadanos del Callao en el marco de la conferencia
“Impunidad y Corrupción en el Callao” llevada a cabo el 9 de febrero en la Sala
Raúl Porras Barrenechea del Congreso de la República. Dicha conferencia fue organizada
por el Congresista Mesías Guevara Amasifuén y contó con la participación del
Presidente de la Comisión de Fiscalización y Contraloría, Enrique Wong Pujada,
congresista del Callao.
El
discurso del Contralor falla en varios aspectos pues no cuenta con la
comunicación y la argumentación que se espera de un líder democrático. Por el
contrario, recurre a maniobras que son conocidas como falacias, generando un
mensaje preocupante, autoritario y de resignación frente la corrupción.
Una
de las razones de la debilidad de nuestra democracia (y en general en América
Latina) es la falta de liderazgo de quienes dirigen la sociedad y en este caso
nos enfocaremos en el aspecto de la comunicación y la inteligencia emocional
del líder. Estos, lejos de tener un discurso a la altura de la responsabilidad
que ostentan, aplican maniobras argumentativas propias de un empleado de ventanilla
quien no se interesa en solucionar los reclamos del ciudadano. Tampoco se
preparan para enfrentar las refutaciones ciudadanas con argumentos aceptables, sino
que más bien se dan por sorprendidos y atacados, respondiendo con falacias o
maniobras argumentativas que contradicen los principios democráticos.
Para mayor ilustración hemos transcrito el intercambio que se produjo entre el
Contralor y los asistentes, el cual tiene cuatro partes: a) El discurso del Contralor
donde muestra los logros de su entidad, b) la refutación de los ciudadanos, c)
el ataque del Contralor a la audiencia, utilizando el argumento de la
irrelevancia de los casos concretos y el ad
ignoratian (ustedes ignoran de lo que hablan) y d) el momento de evasión del
problema apelando a la piedad.
2.- TRANSCRIPCIÓN
El
video se encuentra colgado en Youtube en 2 versiones: “Contralor encubrió a
#Félix Moreno, de 3.14 minutos de duración[2] y “Contralor encubrió a
Félix Moreno” (Editado) de 1.50 minutos de duración[3].
Contralor: …las pruebas que nosotros presentamos son
casi irrefutables. Lo que pasa es que tienen miedo, a la corrupción le estamos
soplando en la oreja. Tenemos 15,000
denunciados, 7,000 por la vía civil, 7 mil por la vía penal. Además el convenio
que tenemos con el Ministerio Público y con el Poder Judicial se está
fortaleciendo. Hemos cambiado nuestros informes a carpetas de control, carpetas
de control es un nuevo producto que es mucho más rápido. La Contraloría se ha fortalecido,
nos tienen miedo, es la pura verdad. No hay funcionario público que ahora tenga
que preocuparse por cumplir la ley, lo único que tienen que hacer es cumplir la
ley, la ley de contrataciones fundamentalmente.
Huarancca: (Félix) Moreno se ríe de la contraloría señor
Contralor, usted lo encubrió.
Contralor: No lo escucho.
Huarancca: Gracias por cederme, usted archivo mi denuncia
contra Felix Moreno en solamente media hoja. Yo denuncié a Félix Moreno por
haber vendido el terreno donado de Oquendo y usted archivó mi denuncia en media
hoja, felizmente la Fiscal Superior Anticorrupción la denunció, pero hoy el
mismo Fiscal (provbincial) Luis Gonzales que también archivó en primera
instancia está haciendo el encubrimiento de todo esto.
Público: (aplausos)
Contralor: ¡Qué viva la democracia! Yo no he venido a discutir
las denuncias, yo no he venido a hablar de casos específicos porque sino
traería la lista y si lo que usted dice es verdad, razones legales debe tener.
Huarancca: Por eso lo he denunciado constitucionalmente
(a usted), está la denuncia constitucional, desde hace seis meses demorada en
la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales
Contralor: Muy bien.
Huarancca: Para
eso inclusive contrataron a policías, todo el departamento de homicidios de
policías (del Callao) nos despojaron del terreno.
Contralor: Ok. Vamos a revisarlo
Ciudadano: Nosotros desde hace cuatro años en el Callao tenemos
mención sobre la venta de una calle, una calle que el señor Félix Moreno ha
vendido. La pista (ahora) no es pública y está ese caso desde hace cuatro años y hasta el día hoy no hay respuesta.
Contralor: La conversación que estamos teniendo el día
de hoy tiene que mantenerse en los niveles alturados.
El
punto es, para responderle a todos ¿Saben cuántos auditores somos para un
millón y medio de funcionarios públicos?, ¿tienen idea?, ¿sabe usted?, ¿cuántos
somos? Somos mil auditores. No voy a aceptar más discusiones, somos mil auditores
para un millón y medio de funcionarios públicos, somos mil auditores para
trescientas mil licitaciones al año, somos mil auditores para tres mil
quinientas entidades. ¿Saben cuántos auditores trabajan para los Presidentes regionales?
Cuatro mil. Estamos pidiendo una reforma constitucional para que pasen esos
cuatro mil funcionarios que pertenecen al sistema nacional de control y que no
están en mi planilla. Entonces no le pidan al contralor que haga milagros.
¿Cómo
el Contralor pudo pasar desde un punto de partida tan alto y arrogante al
afirmar “nos tienen miedo” a un resignado “somos pocos frente a una inmanejable
masa de entidades y funcionarios, donde controlar es un milagro y ustedes no
pueden esperar milagros”? . Vamos a explicar que ocurrió.
3.-
ANÁLISIS
Mark
Twain afirmaba que tardaba tres días para hacer un discurso improvisado. La falta
de planificación en el discurso es una muestra del desinterés por el auditorio.
El líder, debe prever las objeciones y no darse por sorprendido. El líder al
comunicarse, debe saber en qué contexto se encuentra, cómo decir las cosas y de
qué manera atender objeciones por más pequeñas que sean, pues se dirige a tres
públicos: la organización que dirige (contraloría en este caso), los usuarios
(los ciudadanos y funcionarios que hacen denuncias) y los que están sometidos a
control. En este caso se trata de las acciones de control en la Región Callao ejercidas
por la Contraloría General de la República y el doctor Khoury sabía
perfectamente que existen ciudadanos que le iban a reclamar por denuncias
archivadas o paralizadas, como también podrían haber reclamos de fiscalizados
que objetaran excesos en el control.
En
esta situación el Contralor permite ser comparado con Domino’s Pizza, esta empresa si va a anunciar el relanzamiento
de sus productos en el Perú, sabe que lo primero que la gente se preguntará es
si encontrará un insecto en la masa. Por lo tanto, al comunicarse tendrá que evadir,
atenuar, hacer olvidar este aspecto o lanzar una garantía creíble.
El
Contralor lo hizo desde el inicio, “por si acaso tenemos un nuevo producto, las
carpetas de control”; sin embargo, no fue suficiente ya que los vecinos del
Callao no se quedaron conformes con la propuesta y allí vino la caída del
Contralor que lejos de responder con compromisos procedió a atacar.
El
ataque se plasma en dos acciones. Primero, ataca las ideas con un desprecio
puro y simple (que los medievales llamaban nego)
“no he venido a ver casos puntuales, sino traería la lista”, algo así como “si
ustedes tienen sus casos, yo solo veo o tengo los míos”. Tal como lo señala Cattani,
esta maniobra busca silenciar pura y llanamente al oponente[4]. Segundo, un ataque a los
ciudadanos denunciando su ignorancia sobre el tema, plasmado en las preguntas.
¿Ustedes saben cuántos contralores somos?, ¿saben cuántos hay para controlar?,
¿tienen idea? Obviamente la gente no tiene por qué saberlo, pero es un recurso
para decirles “ustedes no saben de lo que están hablando”. Mal recurso, pues se
trata, en este caso, de ciudadanos que han perdido una calle o pista que ha sido
vendida y otro que, siendo víctima del despojo y subasta de su predio, donde
muestra además una denuncia Fiscal Superior que ordena investigar a los
funcionarios del Callao pero que ha sido sospechosamente paralizada. Los
ciudadanos saben lo que tienen que saber ¿Qué esperaba el contralor? ¿Una
discusión técnica sobre las carpetas de control y de procedimientos internos? Lo correcto para el líder era solicitar más
información sobre los casos (confimertur
quia dubitu) y cerrar el debate con un acuerdo: los priorizaré, los
atenderé; sin embargo, ocurrió lo contrario.
La evasión para cerrar el debate apela a que no
pueden hacerse milagros ante la apabullante minoría de contralores. Con esta
maniobra intenta cerrar el discurso autoritariamente, evitando cualquier réplica
que le haga recordar que en el Callao las cosas están mal. El argumento ad
misericordian o apelación a la piedad invoca a sentimientos y valores compartidos (ejemplo: ¿Por qué ejecutó a los campesinos
sin juicio? Porque estaba en peligro la Patria. ¿Por qué no corrigió a su
hijo?, porque lo amaba ¿Quién no ama ciegamente a su hijo?), lo que puede ser
correcto en ciertos contextos pero falaz en otros. En este caso encierra la
idea de que “somos tan víctimas como ustedes”, algo que equivaldría a que el
Ministro del Interior afirme que la policía no puede controlar la delincuencia porque
apenas pueden cuidarse ellos mismos. Aquí lo trascendente es que no se puede
someter al ciudadano a una presión mayor. Lo grave es que la Contraloría no
puede abdicar de sus funciones con ese argumento y calificar de “milagros” la
atención de las denuncias paralizadas, por ello se vuelve falaz.
¿Qué
mensaje ha dado a los funcionarios de su entidad? Uno sin estrategia, pesimista, descortés y
evasivo. Es falso que deban auditar a un millón y medio de funcionarios pues en
ninguna parte del planeta se hace eso, siempre se deben establecen estrategias
(por los montos, recurrencia, jerarquía, etc.), por lo tanto, aquí se le dice a
los funcionarios de su entidad “sigan denunciando a hormiguitas y olvídense de
los elefantes, no podemos verlos”; si algún denunciante insiste díganle que
tenemos la carpeta de control, que las cosas cambiaran y si insiste, díganle
que somos pocos y si persiste, díganle que “no podemos hacer milagros” y si los
denuncian hagan como yo en la audiencia
cuando me dicen que tengo una denuncia constitucional, simplemente, no digan
nada.
¿Qué
mensaje brinda a los ciudadanos? Un líder hubiera paralizado el discurso y
recogido las denuncias para enmendar; sorprende su falta de interés para adoptar
un compromiso público, lo que perfila una auténtica indiferencia por controlar
el Callao. Su caso será visto cuando
acabemos de investigar a las hormiguitas y si nos equivocamos es porque somos
pocos y esto es complicado.
¿Qué
mensaje ha dado a los que deben ser controlados? Que la Contraloría puede ser
apabullada con miles de investigaciones minúsculas y por tanto está abierto el
Paso de las Termópilas.
CONCLUSIÓN
El
debate democrático exige respeto para cada ciudadano, no para una masa
abstracta y callada; exige cortesía e interés que no solo debe reflejarse en la
campaña, sino mantenerse en la gestión. De seguro que, si contrastamos las
maniobras empleadas por el contralor en su discurso para acceder al cargo o en
las memorias institucionales, parecería una persona distinta.
Lo
que está en juego es la capacidad del discurso democrático para corregir a los líderes
y que estos se preparen para ejercer los compromisos que han asumido con la
sociedad. Las falacias y maniobras argumentativas, evasivas o autoritarias
están en el discurso como los muebles; el que no está preparado para el debate usará
la falacia que le venga a la mente con la misma desesperación de quien toma una
silla para atacar o se sale del lugar por sentirse ofendido al no respetarse
“sus reglas”.
[1]
Van Dijk, T. (2000). "El discurso como estructura y
proceso". En van Dijk (compilador). El discurso como estructura y
proceso. Barcelona, Gedisa, pp. 21-65. LUNDOÑO ZAPATA, Oscar Ivan (2010), “El Poder del Discurso y el Discurso del
Poder: entrevista a Teum Van Dijk” en Revista
de Lingüística y Lenguas aplicadas. Volumen 5 año 2010, pág.
257 a 266.
[2] http://www.youtube.com/watch?v=0vuRkCbpXQU
[3] http://www.youtube.com/watch?v=QrDtNEiFYP0
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