lunes, 17 de mayo de 2010

3.- Algunas alternativas al silogismo judicial y nuevo entrenamiento para el debate crítico

La lógica deductiva tiene exigencias muy pobres, pues los esquemas deductivos requieren de poca información para lograr una conclusión válida, por ello se requiere contar con herramientas que ayuden a exigir y presentar más información y a elevar las exigencias de calidad en la información.

EL MODELO DE TOULMIN
Aquí presentamos brevemente el Modelo de Toulmin y la técnica de los argumentos presuntivos de Walton. A ellos se adicionan otras técnicas expuestas en el libro, por ejemplo estrategias para formular hipótesis creativas en la búsqueda de pruebas, para enfrentar falacias, para hacer preguntas esenciales, para efectuar lectura crítica de textos jurídicos, para lograr un texto claro y colaborativo, entre otras.
Quien haya sufrido de un bombardeo dé lógica deductiva debe entrenarse con nuevas herramientas que le permitan tener una actitud crítica y bien fundada frente a los argumentos jurídicos y textos argumentativos usados en el derecho. Una técnica innovadora es el llamado Modelo de Toulmin.

Comparemos estos dos argumentos:






En el primer caso estamos ante un silogismo judicial y en el segundo frente a un argumento elaborado conforme al modelo de Toulmin. El silogismo, como advertimos, al igual que otros recursos lógicos requieren de poca información para alcanzar la validez o al menos para volverse "presentables". El  modelo de Toulmin exige más información para aceptar la conclusión de un argumento, por lo que nos guiará para elevar nuestro nivel de exigencia.


El filósofo inglés Stephen Toulmin (n. 1922) planteó en 1958 que el razonamiento debía entenderse no como un proceso lógico que transita de premisas a conclusiones, sino en analogía con un juicio, el razonamiento operaría como un juez que debe decidir entre alternativas, (“afirmamos que la lógica es una jurisprudencia generalizada” ). Conforme a este supuesto, desarrolló un modelo para poder construir y evaluar argumentos, que es conocido con el nombre de Modelo de Toulmin o Método de Toulmin (Toulmin Model, Toulmin Metohd), este modelo busca superar las limitaciones del análisis lógico, mostrando la relevancia de la evidencia que se ofrece en el argumento, los fundamentos que lo respaldan, la relación entre la evidencia y lo que se pide, así como las refutaciones posibles del argumento. El modelo fue presentado inicialmente en The uses of argument (1958) y fue ampliado junto con Rieke y Janik, en An introduction to reasoning (1979).


Toulmin considera que el silogismo no es adecuado para analizar los argumentos cotidianos y especializados, de modo que la alternativa que ofrece permite analizar argumentos en campos tan diversos como la ciencia, la prensa, las interacciones alumno-docente, abogado-cliente y los usados en los debates académicos y prácticos. A pesar de las críticas sobre las implicancias teóricas de su modelo (Habermas, Atienza), hoy en día él es aceptado como una herramienta indispensable para el análisis crítico de argumentos. Hoy en día es indudable su utilidad para el campo del discurso jurídico y político, ya que permite tener una guía para evaluar las pruebas e información plausible que sustentan los argumentos.






En el libro brindamos el desarrollo y ejercicios para aprender a usar esta herramienta. El paso siguiente es aprender a enfrentar los argumentos presuntivos.



1 comentario:

Gracias por su comentario.