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miércoles, 23 de marzo de 2011

ARGUMENTACION, COACHING Y LITIGACION ORAL


¿PORQUE ES NECESARIO EL COACHING EN LOS ACTUALES PROGRAMAS DE CAPACITACION EN LITIGACION ORAL?
Por Raúl Vargas Chirinos

Siglos de cultura inquisitiva han sellado en la sociedad, en la enseñanza en las Facultades de Derecho en especial en las mentes de los estudiantes de Derecho, abogados, jueces, fiscales, procuradores, secretarios de juzgado y técnicos; hábitos, actitudes y formas de Ser coherentes con dicha cultura inquisitiva. Con la implementación en Latinoamérica del modelo adversarial, se observa con mayor claridad la necesidad de cambiar las prácticas procesales que corresponden al viejo modelo inquisitivo, lo que se obtiene en un adecuado entrenamiento en la nueva cultura de la oralidad.

¿Es diferente la oralidad a la oratoria?
Cabe distinguir Oralidad de Oratoria, mientras que la primera es interacción argumentativa, es "trilógica", colaborativa y circular mediante la comunicación de argumentos entre los actores procesales; la segunda, es expositiva o eminentemente discursiva y monológica que se sustenta en la persuasión de las audiencias. El nuevo Orador Forense debe ser capaz de argumentar y comunicar argumentos para persuadir a las audiencias. No se persuade con la argumentación, se persuade con la comunicación.

El problema es que si bien es cierto que la norma puede cambiar y ser un factor del cambio cultural, son las prácticas imperantes herederas de la cultura inquisitiva las que pueden ser a su vez un factor de sabotaje del nuevo modelo y en consecuencia minar cualquier programa de capacitación que no comprenda un método eficáz de transformación de las viejas prácticas y formas de Ser; mis alumnos de los talleres y cursos que se han realizado hasta el momento, comprenden que no es suficiente prepararse en las técnicas de litigación oral y en general en cualquier ámbito especializado del ejercicio de la profesión, si no saben argumentar y comunicar dichos argumentos en un nuevo contexto que privilegia la oralidad y el debate como principal espacio de interacción argumentativa.

¿Es posible cambiar las viejas prácticas del modelo inquisitivo?
Actualmente existe la tecnología para enfrentar el reto de cambiar ese paradigma, el coaching como método de transformación personal puede aportar desde la Programación Neurolinguística un conjunto de herramientas con el objetivo de potenciar nuevas habilidades y competencias en los actores procesales para la práctica de la excelencia en los dominios de la comunicación de argumentos como parte del mejoramiento de su comunicación personal, dando pasos hacia el cambio de la coherencia de su Ser y en consecuencia logrando mejorar su calidad de vida.
La PNL (Programación Neurolinguística) es la disciplina que da a las personas, reales opciones y elecciones en sus conductas, emociones y hábitos (pensar, sentir y actuar); metafóricamente es darle a las personas varias alternativas de "salidas" ante una situación o inquietud que le permita "elegir el camino hacia lugares más agradables adonde dirigirse en la mansión de sus vidas."

¿Qué es el Coaching aplicado a la Argumentación Jurídica?
Es un arte cuya práctica se orienta a producir el descubrimiento por parte de los actores procesales de las nuevas competencias y habilidades comunicativas (saber argumentar y saber comunicar argumentos) que requiere su participación en el nuevo modelo adversarial y en consecuencia para lograr la excelencia en el ejercicio profesional o de la función judicial según el caso. Una vez que se incorporan en el subconsciente de la persona las nuevas competencias y habilidades, sigue una etapa de entrenamiento para sellar los nuevos hábitos y en la cual el "Coach" acompaña a la persona (coachee) hacia la consecución de las metas que tienen que ver con su práctica procesal o profesional que son aspectos de su práctica personal, pues, al estar íntimamente relacionadas las diferentes áreas de su vida es inevitable el impacto a nivel transformacional de un área respecto de las demás áreas de su vida.

¿Qué beneficios trae para ti un curso de Argumentación & Coaching?
- Aprender a comunicar argumentos en excelencia. La nueva Retórica en un rediseñado Orador Forense.
- Aprender a persuadir a las audiencias y tener éxito en el ejercicio profesional.
- Aprender a comunicarse eficázmente en forma verbal, corporal y emocionalmente.
- Aprender a interactuar argumentativamente.
- Aprender a desempeñarse con éxito en el contexto del debate crítico.
- Aprender a identificar la información relevante y no perderse en el discurso de los demás actores procesales.
- Aprender un conjunto de competencias y habilidades comunicativas que reinventan la manera como se está comunicando en su profesión y en su vida personal.

DEL DEBATE MENTAL AL DEBATE REAL

UNA RESPUESTA A DON BENJAMIN FRANKLIN
Por Juan Ureta Guerra
Invito al lector a revisar el método llamado "algebra moral" que propusiera Benjamin Franklin(1) y una respuesta que hemos elaborado para precisar la importancia del debate real.

Londres 19 de setiembre de 1772
Estimado señor:
Con respecto a la cuestión tan importante para usted, sobre la cual ha pedido mi consejo, lamento, por falta de premisas suficientes, no poder aconsejarle lo que debe decidir, pero si lo desea puedo indicarle de qué forma puede llegar a una decisión. 
Cuando se plantean estos casos difíciles, la dificultad consiste, principalmente, en que en el momento en que los estamos considerando no tenemos presentes en nuestra mente al mismo tiempo todos los motivos a favor y en contra; a veces me viene a la cabeza un grupo y otras veces nos viene otro, que nos hace olvidarnos del primeo. 
Por lo tanto, las distintas finalidades o inclinaciones dominan de manera alternativa, y nos invade la in certidumbre. Para superar esta dificultad, mi sistema consiste en trazar una línea por la mitad de una hoja de papel y dividirla en dos columnas; en una, escribo A favor, y en otra escribo En contra. 
A continuación, a lo largo de tres o cuatro días de consideración, anoto bajo la columna correspondiente breves indicaciones de los diferentes motivos, que se me ocurren en distintos momentos, a favor o en contra de la medida. Cuando los tengo todos a la vista, procuro calcular su peso relativo; cuando descubro dos, uno en cada columna, que parecen iguales, los tacho. 
Cuando encuentro un motivo a favor equivalente a dos motivos en contra, tacho los tres. Si considero que dos motivos en contra son equivalentes a tres determinados motivos a favor, tacho los cinco. De este modo, al final encuentro el punto de equilibrio; y en caso de que, tras un día o dos de consideración, no se me ocurra nada nuevo de importancia para alguna de las columnas, tomo mi determinación en consecuencia. 
Además, aunque el peso de los motivos no se puede determinar de manera algebraica, cuando se considera cada uno de ellos de manera separada y comparativa, y se tiene a la vista el conjunto, creo que se puede valorar mejor y es menos probable que se adopte una medida imprudente; de hecho, he encontrado grandes ventajas en este tipo de ecuación, en lo que se podría denominar álgebra moral o prudencial. 
Deseando sinceramente que llegue a la mejor determinación posible, estimado amigo, le envió un afectuoso saludo.
B. Franklin.

(1) en DRUKER, P.F.; HAMMOND, J.S.; KEENEY, R.L.; RAFIA. H.; ETZIONI, Amitai
HarwardBussinesReview: La Toma de decisiones. Bogota, Deusto, 2002, pág 47 a 68.


Lima, Marzo del 2005 
Apreciado Señor. 
Me he tomado el atrevimiento de leer su carta y elaborar una respuesta donde pongo a consideración algunas observaciones a su útil método. Se que usted es dueño de una capacidad de análisis e ingenio que pocos tienen y, mucho mejor, de un refinado sentido del humor que nunca le ha permitido conformarse con poco, por lo que confió en su disposición para tolerar la exposición de todo punto de vista.
Cuando se intentó reducir la toma de decisiones a operaciones matemáticas, muchos rechazaron por completo los procedimientos basados en el debate (retórica y dialéctica), por considerar que fomentaban la incertidumbre. Pero hubo quienes trataron de formalizar y crear un álgebra del debate, o al menos hubo uno: Leibniz, pero fracasó y su método se encuentra en esa línea, con mejor suerte, pues no se ha comprometido con los intrincados formalismos del álgebra.
A comienzos del siglo XXI, creo que es posible afirmar que el debate real no puede ser sustituido por el debate mental, aunque este sea importante. Por ejemplo, supongamos que usted luego de tomar su decisión desea revisar en la práctica la efectividad de su tabla y compromete a dos amigos con capacidad de argumentar adecuadamente para que uno defienda la columna A favor y otro la columna En contra. Si ambos se involucran honestamente en la defensa de la posición adoptada podríamos esperar que aporten nuevos elementos de juicio. El resultado, impredecible por cierto, puede ser que se deba replantear la conclusión inicial, tomada de manera solitaria o que se confirme. Sobre este supuesto, lo que si puedo predecir, es que como resultado de este examen se comprenderá mejor la tesis descartada y tal vez merezca mejor tratamiento y sepamos en que contexto podríamos aceptarla.
En un debate el resultado necesariamente no es la derrota absoluta ni la victoria definitiva, pues la discusión se puede reanudar en nuevas circunstancias. Lamentablemente muchas veces debemos tomar decisiones que provocaran efectos irreversibles, pero eso no significa que la decisión no sea revisable nuevamente en casos semejantes.
Agradeciendo su gentil atención, me despido usted deseando que nunca se borre la memoria de su gran obra.
J. Ureta

lunes, 21 de marzo de 2011

MEJORES ABOGADOS MEJORES DEBATES

Mejores Abogados, Mejores Debates, con mejores debates, mejores sentencias: La Argumentación como herramienta del Debate Crítico y su enseñanza

Por Juan Ureta Guerra

Los últimos años la argumentación se ha convertido en un tema esotérico destinado a iniciados, en la web abundan artículos y libros que repiten las mismas ideas oscuras que se aceptan más por fe que por análisis. Aquí planteamos un punto de vista diferente: la argumentación para el debate crítico, la cual significará un cambio en la enseñanza y práctica de la argumentación en la comunidad iberoamericana.

Argumentar no es persuadir, es informar claramente los fundamentos de nuestro punto de vista para ser sometidos aun examen crítico. Los espacios de debate experto: juicios bajo el modelo adversarial, discusión de proyecto entre empresarios o emprendedores sociales, discusión de experimentos y teorías entre científicos, discusión de diagnósticos entre médicos, psicólogos, etc. y discusiones de diversas disciplinas o actividades técnicas han reducido la influencia de la persuasión a cambio del examen critico de los argumentos y datos que se presentan para defender un punto de vista.

En la práctica se cree que imponer es argumentar: Una herencia del modelo inquisitivo, hace que las malas prácticas busquen sorprender, imponer antes que convencer. Tal como los litigantes hacen alegaciones largas y oscuras, los jueces también hacen sentencias largas y oscuras; tal como los litigantes evaden objeciones, los jueces también las evaden al sentenciar; tal como el litigante reza por desaparecer una prueba adversa, el magistrado si le conviene no la menciona; tal como un litigante hace falacias, también las hallamos en las sentencias. 
De ese modo antes que sencillez, orden, colaboración, precisión, tenemos oscuridad, abundancia, desorden, oscuridad, manipulaciones.



El problema de la motivación de las sentencias no es el problema de la argumentación. Los últimos 200 años se ha escrito sobre cómo el juez debe sentenciar, pensando en que debe decidir sobre un expediente escrito que contiene las actuaciones probatorias. Incluso le han dicho que el 90%  de los casos son fáciles y sólo una pequeña parte no lo es. Este problema cambia con el modelo adversarial, interesa ahora que el debate sea lo suficientemente exigente para esclarecer las dudas y que permita al magistrado tomar la decisión cuidando de no alterar el resultado del debate.

Interesa por tanto la argumentación de los litigantes como fuente de información del magistrado. Luego, el magistrado no puede resolver un caso donde el debate fue pobre, insuficiente .El juez no puede en la sentencia mejorar el debate, en cambio el debate critico exigente es el paso indispensable para tener mejores sentencias.

La retórica no puede servir a los jueces para sentenciar mejor. La antigua retorica griega y romana, incluso medieval no tiene una sola hoja dedicada directamente a cómo debe sentenciar el juez, en cambio solo trata de como deben argumentar las partes en litigio ya que originariamente los juicios se decidían por votación. Tampoco la retórica servirá a los litigantes actualmente, sino el conjunto de herramientas que se han producido para mejorar nuestra capacidad de critica y análisis en los últimos 50 años.

En resumen:
Podemos debatir críticamente donde brindemos información para ser examinada de manera critica. Mejores abogados, entrenados en el debate critico exigente harán que los juicios mejoren. Cuanto mas exigente sea el debate mejor será la sentencia. El entrenamiento para participar en ese debate debe incorporar herramientas de crítica y análisis

Nuestro curso "Argumentación & Coaching" está diseñado para lograr excelencia en el debate crítico y colaborativo, ante la ausencia de una capacitación integral en lengua española y accesible desde nuestra idiosincrasia. Decenas de alumnos que han logrado adquirir nuevas habilidades y fortalecer sus competencias, así  lo atestiguan.